¡Hoy es el Día Internacional de la Conservación del Suelo!

La salud de tus tres hogares – tu cuerpo, tu mente y la tierra- dependen de ti. Hoy, más que nunca, te convoco a que reflexiones sobre tu aporte en la preservación de nuestros suelos y tu consciencia herbal.

¿Te escuchaste alguna vez decir o que te digan: “mi cuerpo es mi territorio”? En este día tan especial esa frase resuena. Es que nuestro territorio es aquello que cuidamos, y es ese lugar donde decidimos solo nosotras/os qué hacer y cómo hacerlo.

Por eso, hoy, en el día de la conservación del suelo, quiero hablarles no solo del cuidado de nuestra tierra, sino también, de las consecuencias de ese cuidado sobre nuestro propio cuerpo y el de los demás. Esta asociación del cuerpo humano con la tierra viene desde hace mucho tiempo, miles de años.

Desde 1963, se conmemora el Día Internacional del Suelo en memoria del conservacionista Hugh Hammond Bennet (15 de abril de 1881-7 de julio de 1960) quien dedicó sus esfuerzos a lograr un aumento de la producción de la tierra a través de su protección y sensibilización sobre los beneficios de su adecuado manejo y resguardo. La concienciación social es primordial para conservar y proteger el suelo.

Como todos sabemos, la tierra en estos momentos transita una crisis profunda, desequilibrios que hemos generado los humanos, y que lamentablemente, en muchos aspectos no tiene vuelta atrás. Tomar conciencia sobre ello es el primer paso para poder realizar un cambio radical. Porque no importa las comodidades o privilegios que tengas, esta crisis nos afecta a todos/as.

La Tierra, nuestro ambiente, nuestra casa y nuestro cuerpo.

Cuidar la tierra es símbolo de cuidar nuestro cuerpo. Para muchas culturas ancestrales esta asociación existe, la tierra es el cuerpo, los ríos, mares y lagos, son nuestros líquidos. Somos 70% agua al igual que el planeta. 

Cuando contaminamos la tierra y el agua, nos contaminamos tanto energética como físicamente. Las aguas que contaminamos constituyen las aguas que consumimos luego, la tierra que contaminamos es la que nos brinda los alimentos para nutrirnos.

Plantas nativas y sus hábitats están amenazados. Estas amenazas provienen de la sobreexplotación causada por la demanda del mercado de hierbas y el desarrollo de la tierra a medida al surgir más viviendas y otros desarrollos inmobiliarios en todo el país. La carencia de consciencia herbal tiene consecuencias muy fuertes sobre nuestro planeta.

Dicho todo esto, como entusiastas de las plantas, parte de nuestro viaje es aprender a ser administradores de nuestras plantas para su conservación. Una forma de hacer esto es cultivando la tierra específicamente con el propósito de restaurar especies de plantas nativas. La biodiversidad está en nuestras manos y junto con la fitoterapia bioregional son, sin lugar a dudas, el futuro. Y, sobre todo, formas de vivir, crear y consumir enmarcadas en el movimiento slow.

Para esto, ¡las reservas naturales son clave! Un amigo en Traslasierra, Córdoba, Argentina, tiene una reserva con el fin de proteger esas tierras. Apoyar estos proyectos y contribuir a su crecimiento es parte de lo que podemos hacer.

También apoyar espacios que protegen bosques en tu país es de gran ayuda. ¡En Argentina tenemos muchos! Hace tiempo que apoyo a banco de bosques en Argentina, pero puedes investigar y seguramente ¡habrá muchos más! 

Puedes dejar recomendaciones debajo de esta nota y buscar de qué manera apoyar esta labor que es tan clave en este momento de tanta complejidad en nuestra amada Tierra. 

Convoco la consciencia herbal, siempre.

Flor Fasanella

Farmacéutica especializada en medicina herbal e integrativa