En la Era de la Ansiedad como la llama Alan Watts, es fundamental que nos hagamos de herramientas para combatir el estrés, pero para emprendernos en esta ardua tarea es de suma importancia que sepamos exactamente de qué se trata este mecanismo, qué lo dispara y qué podemos hacer para evitarlo o reducirlo desde la mirada integrativa. En este artículo encuentra 3 Claves para disminuir el estrés con plantas medicinales.
¿Qué es el estrés?
Es muy común emplear la palabra estrés en ocasiones en las que, en realidad, no aplica. Por ejemplo: “¡Esta situación es muy estresante!” o “¡Estoy muy estresada!”. En estas expresiones, la palabra estrés se está utilizando como sinónimo de sobrecarga o frustración.
El problema de utilizarla incorrectamente, es que cuando realmente estamos en situaciones de estrés no se toma consciencia de lo peligroso que puede ser cuando lo experimentamos de forma crónica (veremos más adelante la diferencia entre estrés agudo y estrés crónico).
Lo que solemos experimentar en esos casos es el distress: un evento que nos pone nerviosas/os, como por ejemplo, un examen, un proyecto o trabajo, el nacimiento de un/a hijo/a, etcétera.
El estrés, definido biológicamente, tiene que ver con la activación de ciertos mecanismos: la liberación de neurotransmisores y hormonas y con cambios a nivel orgánico. No es una sensación ambigua, por el contrario, es algo fácil de determinar a nivel orgánico.
El objetivo del estrés es protegernos ante una situación peligrosa. Funciona como un mecanismo que nos estimula para la huída o para la lucha. Su propósito es beneficioso pero, puede ser problemático cuando se sostiene en el tiempo y se convierte en algo crónico.
Efectos del estrés
El estrés afecta, en una primera instancia, a tres sistemas del cuerpo: sistema nervioso, endócrino e inmunológico.
El sistema nervioso es uno de los más complejos del organismo. Para comprender el efecto del estrés en este sistema, lo describiremos de forma simple: cuando percibimos algo que nuestro cerebro animal considera un peligro, al instante se activan mecanismos que nos preparan tanto para huir como para defendernos. Para que esto ocurra, es necesario que se active el sistema nervioso simpático, el cual también tiene su opuesto: el sistema nervioso parasimpático.
El primero (simpático) es el que activa el estrés, mientras que el segundo (parasimpático) genera todo lo opuesto, es decir, se activa cuando estamos relajadas/os y predispuestas/os a descansar. Cuando el sistema nervioso simpático se encuentra activado, aumenta la frecuencia cardíaca, se dilatan las pupilas, se abren las vías aéreas, se inhibe la digestión, se relaja la vejiga, entre otras cosas.
En cambio, cuando el parasimpático se encuentra activo se favorece la digestión, la frecuencia cardíaca disminuye, se contraen
las pupilas y las vías aéreas, entre otras cosas.
Por esta razón cuando estamos nerviosas/os -y se activa el simpático- es muy frecuente tener problemas digestivos.
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¿Cómo disminuir el estrés?
Alimentación
Lo primero que se aconseja es la eliminación o reducción de ingesta de alimentos ultra procesados. El consumo regular de alcohol, café, azúcar y carbohidratos refinados puede agotar las vitaminas B y, por lo tanto, éstas deben limitarse o idealmente evitarse en momentos de estrés.
Las Vitaminas B contribuyen a la producción de energía y son esenciales para un sistema nervioso saludable. A su vez, favorecen la relajación y a mejorar los niveles de energía.
Además, cuando estamos estresados, las glándulas suprarrenales trabajan más duro y, por lo tanto, se necesita más vitamina C.
Las buenas fuentes de vitamina C incluyen frutas y verduras y en especial, rosa mosqueta, hojas de frambuesa, bayas de goji y flores de hibiscus, brócoli, coliflor y cítricos.
Los ácidos grasos esenciales, en particular el omega-3 , son necesarios para mantener la salud y mitigar los posibles efectos inflamatorios del exceso de cortisol circulante.
Las semillas de lino, cáñamo, nueces y calabaza son ricas en ALA, aunque la mejor fuente de estos ácidos grasos omega-3 se encuentra en peces como el salmón, la caballa y el atún.
Cómo disminuir el estrés con plantas medicinales
Como el sistema nervioso es fundamental para el manejo del estrés, tomar plantas sedantes puede ayudar a disminuir los efectos nocivos del estrés en el organismo. La idea es activar el sistema nervioso parasimpático disminuyendo la activación del simpático.
Recomiendo fervientemente la Pasiflora (Passiflora incarnata), planta medicinal aliada de la relajación por excelencia. Conoce todos los beneficios que nos ofrece en este artículo.
Otra hierba sedante ideal para inducir la relajación es mi amada Lavanda (Lavandula angustifolia / Lavandula officinalis). Aprende todo sobre sus súper poderes y a hacer preparados anti estrés con ella aquí.
Es ideal no recurrir a las plantas medicinales cuando estamos en situaciones de estrés, sino, incorporarlas de forma cotidiana para poder prevenir la ansiedad.
Conexión con la naturaleza
Poner los pies en la tierra y absorber la energía del sol al menos 15 minutos al día es clave para nuestra salud y nuestras emociones. No olvidemos que somos naturaleza y necesitamos estar en contacto con ella para estar en equilibrio.
¿Por qué la vitamina D es tan importante? Te respondo en este artículo. Y, también, quiero contarte sobre el grounding o poner los pies en la tierra que puede ser de tu interés.
El tratamiento integrativo de los síntomas y las enfermedades reconoce al cuerpo capaz de encontrar el balance y autorepararse, si le damos las herramientas y generamos las circunstancias para que eso suceda. Si deseas conocer de qué se trata la medicina integrativa, te propongo informarte haciendo click aquí.
Las enfermedades son expresiones de un desbalance y no son, necesariamente un diagnóstico de por vida.
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🍃VOLVAMOS A LA NATURALEZA🍃
Flor Fasanella
Farmacéutica integrativa
MN 17501
Es un placer leerte. Siempre aprendo más y más.
Es un placer tu generosidad.
Gracias gracias gracias