En los últimos años, el interés por las terapias naturales para el manejo de los trastornos del estado de ánimo ha crecido notablemente. En este contexto, la lavanda (Lavandula angustifolia) ha captado la atención de la comunidad científica por sus posibles efectos ansiolíticos y antidepresivos. Además de su aroma característico y su uso tradicional en perfumería y cosmética, esta planta es protagonista en numerosos estudios por su capacidad para aliviar el estrés, mejorar el sueño y favorecer el bienestar emocional.

Historia y usos populares de la Lavanda
El uso de la lavanda como planta medicinal se remonta a la Antigüedad. Griegos y romanos la utilizaban para perfumar baños, purificar ambientes y tratar afecciones nerviosas. Su nombre proviene del latín lavare, que significa “lavar”, en alusión a su uso en la higiene corporal. En la Edad Media, se la empleaba para alejar enfermedades contagiosas y calmar los “nervios” del alma. También ha sido muy valorada en la medicina popular por su acción calmante, digestiva y repelente de insectos.
En muchas culturas tradicionales, la lavanda se ha utilizado como remedio casero para aliviar el insomnio, las palpitaciones nerviosas, la tristeza y los estados de agitación emocional, ya sea en forma de infusión, sahumerio, baños aromáticos o aceites de masaje.
Características de la planta de Lavanda
La lavanda es una planta perenne, originaria de la región mediterránea, que pertenece a la familia Lamiaceae. Se caracteriza por sus tallos leñosos, hojas estrechas y grisáceas, y sus flores pequeñas de color violeta dispuestas en espigas. Su aroma floral y penetrante proviene de su alto contenido en aceites esenciales, principalmente linalool y acetato de linalilo, compuestos responsables de muchas de sus propiedades terapéuticas. Existen alrededor de 30 especies dentro del género Lavandula, aunque la más utilizada con fines medicinales es Lavandula angustifolia.
La Lavanda y la depresión según la ciencia
Varios estudios clínicos recientes han explorado la eficacia de la lavanda en personas con síntomas depresivos leves a moderados, ya sea como tratamiento complementario o como alternativa natural en casos donde los medicamentos convencionales no son bien tolerados.
1. Efecto antidepresivo respaldado por evidencia
Una revisión sistemática y metaanálisis publicada en Complementary Therapies in Medicine en 2021 analizó 17 ensayos clínicos aleatorizados. Los resultados mostraron que la lavanda tuvo un efecto significativo en la reducción de los síntomas depresivos en comparación con el grupo control. Este efecto fue más notorio cuando se utilizó por vía oral y en pacientes con otras enfermedades que cursaban con síntomas depresivos aunque también se observaron beneficios con la aromaterapia y masajes.
2. Aromaterapia: una vía efectiva y segura
Otro estudio, publicado en el Central Asian Journal of Global Health, revisó específicamente los efectos de la aromaterapia con aceite esencial de lavanda. La mayoría de los ensayos incluidos indicaron una mejoría en la sintomatología depresiva, especialmente en personas con condiciones crónicas como hemodiálisis, síndrome coronario agudo o depresión posparto. Sin embargo, algunos resultados fueron mixtos, lo que sugiere que la efectividad puede depender de factores como la duración de la intervención o el estado emocional inicial del paciente.
3. Menor riesgo de efectos adversos
A diferencia de muchos antidepresivos farmacológicos, que pueden producir efectos secundarios como somnolencia, insomnio o pérdida de libido, los estudios sobre lavanda muestran una buena tolerancia y escasos eventos adversos, lo que la convierte en una opción atractiva como complemento terapéutico.
4. Lavanda y comorbilidad con ansiedad
Una revisión con metaanálisis publicada en Asian Nursing Research encontró que la lavanda no solo mejora los síntomas depresivos, sino que también tiene un fuerte efecto ansiolítico, lo que es especialmente relevante dado que la ansiedad y la depresión suelen presentarse juntas. Este efecto fue más potente con el aumento de la duración del tratamiento, y se observó tanto con aromaterapia como con preparados orales.
Formas de uso de la Lavanda
La lavanda puede utilizarse de diversas maneras, adaptándose a las preferencias de cada persona. Entre las más comunes:
- Aromaterapia por inhalación: colocar 2–3 gotas de aceite esencial en un difusor o pañuelo e inhalar durante varios minutos. Ideal para calmar la mente y favorecer el sueño.
- Masajes con aceite esencial diluido: 1–2% de aceite esencial en un aceite portador como almendra dulce o jojoba. Útil para relajar tensiones físicas y emocionales.
- Cápsulas orales: utilizadas en estudios clínicos con efectos antidepresivos y ansiolíticos. Se recomienda bajo supervisión profesional.
- Infusión de lavanda: una forma tradicional, segura y reconfortante.
Receta básica de infusión de lavanda
Ingredientes:
- 1 cucharadita de flores secas de lavanda
- 1 taza de agua hirviendo
Preparación:
Verter el agua hirviendo sobre las flores, tapar y dejar reposar 5–7 minutos. Colar y beber, preferentemente por la noche. Se puede combinar con otras plantas como melisa o manzanilla para potenciar el efecto relajante.

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Precauciones e interacciones al consumir Lavanda
- Evitar el uso oral del aceite esencial sin supervisión médica.
- No se recomienda el uso en niños menores de 3 años ni durante el embarazo sin control profesional.
- En personas con sensibilidad, puede producir somnolencia o molestias gástricas.
- Consultar con un profesional antes de combinar lavanda con psicofármacos, especialmente ansiolíticos o antidepresivos.
- Evitar el uso en personas con antecedentes de alergia a plantas de la familia Lamiaceae.
La lavanda es una planta con una larga historia de uso en el alivio de las tensiones emocionales, y la evidencia científica actual respalda su eficacia en casos de depresión leve. Su perfil seguro, su versatilidad y su acción suave la convierten en una excelente aliada en el cuidado del estado de ánimo, especialmente cuando se busca un enfoque natural y complementario. Como siempre, se recomienda su uso en el marco de un abordaje integral, acompañado por profesionales de la salud.
Florencia Fasanella
Farmacéutica especializada en medicina herbal e integrativa
Matrícula 17501
Referencias científicas
- Firoozeei TS, et al. The antidepressant effects of lavender (Lavandula angustifolia Mill.): A systematic review and meta-analysis of randomized controlled clinical trials. Complement Ther Med. 2021;59:102679.
- Jafari-Koulaee A, et al. A Systematic Review of the Effects of Aromatherapy with Lavender Essential Oil on Depression. Cent Asian J Glob Health. 2020;9(1):e442.
- Kim M, et al. Effects of Lavender on Anxiety, Depression, and Physiological Parameters: Systematic Review and Meta-Analysis. Asian Nurs Res. 2021;15(4):279–290.
Buen día, cuando comenzaria a ver los efectos de la lavanda en que tiempo?, llevo 7 años que mi ciclo de sueño es solo de 4 horas, ya he probado medicamentos, suplementos de todo tipo.
¡Hola Melida! Gracias por tu comentario y por compartir tu experiencia.
La lavanda puede ser una gran aliada para mejorar el sueño, sobre todo si el insomnio está relacionado con ansiedad o estrés. Sin embargo, sus efectos no suelen ser inmediatos como los de un fármaco. Si se consume regularmente (por ejemplo, en infusión antes de dormir o como aceite esencial en aromaterapia), muchas personas comienzan a notar una mejora en la calidad del sueño entre la primera y la tercera semana de uso constante.
Dicho esto, cada organismo responde de forma diferente, y en casos de insomnio crónico como el que comentás, puede ser útil acompañar la lavanda con otras estrategias naturales (rutina de sueño, relajación, ejercicios respiratorios, etc.). También es importante revisar si hay causas subyacentes que aún no se hayan abordado. Es fundamental que puedas tratar este tema con un profesional de la salud, idealmente con una mirada integrativa, que te ayude a identificar el origen del trastorno del sueño y te acompañe en un plan personalizado. Aunque las plantas medicinales pueden ser un gran apoyo, no reemplazan el diagnóstico ni el seguimiento adecuado, sobre todo en casos de larga duración o complejidad. Abrazo! 🙂