Cuando de consumo de hierbas se trata, una consulta muy frecuente suele ser “¿debe utilizarse la planta seca o fresca?” y en esta nota de blog me propongo responderla. Mi mayor deseo es que cada vez seamos más quienes consumimos plantas medicinales de forma eficaz y segura.
¿Cuál es la diferencia entre hierbas frescas y secas?
La diferencia entre una hierba seca y una fresca es que la seca es el resultado de la deshidratación de la hierba fresca, lo que quiere decir que pierde un gran porcentaje del agua que contenía, pero conserva el resto de sus principios activos y, por ende, sus propiedades medicinales y/o nutritivas.
Una planta húmeda es fácilmente atacada por hongos y bacterias, alterando sus principios activos. Además, se pueden producir sustancias tóxicas. Las bacterias necesitan más de un 40 % de humedad para reproducirse y los hongos del 15 al 20 %. Una planta correctamente seca no debe contener más de un 10 % de humedad.
Así, las hierbas secas pueden conservarse por semanas, meses, incluso años, mientras que las frescas raramente duran más de un par de días. Por eso, al momento de elegir conservar una planta, siempre se debe realizar un correcto secado de la misma.
¿Cuáles son las condiciones ideales para el secado de una planta?
- Una buena ventilación.
- Ausencia de luz solar directa u oscuridad (lo ideal es tener condiciones que proporcionen oscuridad y ventilación a la vez, pero de las dos la ventilación es imprescindible, sobre todo en climas húmedos).
- Temperaturas frescas, por lo menos menores a 40 grados, ya que muchas sustancias de las plantas se alteran o evaporan con el calor.
Pueden secarse en ramos o bandejas bien aireadas, sobre cartón o papel madera y se puede improvisar, utilizando muchas formas y lugares. Al completar el tiempo del secado, las plantas deben preservar el color lo más parecido a cuando están frescas. Una vez secas, deben guardarse en un recipiente de vidrio transparente y perfectamente rotulado. En el rótulo, no solo es aconsejable poner el nombre de la planta, sino también su fecha de cosecha y algunas de las propiedades que le atribuimos.
Para profundizar más sobre cómo secar plantas medicinales, puedes consultar esta nota.
¿Cómo elegir entre una hierba seca o una fresca?
Al momento de elegir entre una hierba seca o fresca se debe tener en cuenta qué tipo de extracto se va a realizar. Puede utilizarse tanto fresca como seca en: infusión, decocción y tintura madre. Pero, no es la misma cantidad de planta, ya que una planta seca, al estar deshidratada va a tener más concentrados sus principios activos. Como regla general debe utilizarse el doble de planta fresca que de seca (ejemplo: 10 gr de planta seca vs 20 gr de la misma planta fresca). Si se busca realizar un macerado con aceite, se debe utilizar la planta seca.
¿Cómo cosechar y recolectar plantas de forma responsable y consciente?
Si se tiene la posibilidad, siempre es muy hermoso tener las plantas cerca nuestro, poder cultivar en nuestra casa o en algún lugar cercano. Cada vez son más habituales los espacios de huertas comunitarios donde también se cultivan plantas medicinales, estos espacios nos brindan la posibilidad de conectarnos con las plantas de una manera más completa, podemos conocer todo su ciclo, desde la semilla hasta la cosecha, esto nos brinda muchísima información y la medicina se hace presente en cada una de estas etapas. La recolección de hierbas genera una conexión íntima con los ciclos naturales que no se puede obtener con la simple compra de la misma.
Aprende más sobre cosecha responsable y consciente y la preservación de la biodiversidad leyendo este artículo.
Al momento de cosechar, se sugiere pedir permiso a la planta y que la extracción que se haga sea un corte rápido, sin dudar. Y, una vez cortada la parte requerida, agradecer. Esta simple práctica hace que generemos una conexión con la planta, la cual nos estará brindando su medicina. Mientras mayor el vínculo, más efectiva la curación.
A su vez, es importante hacer una cosecha consciente y proteger las plantas. Existen algunas prácticas que protegerán las plantas y asegurará el desarrollo de futuras generaciones:
▶ Tomar la cantidad de planta necesaria, no más.
▶ Saber para qué se utilizará la planta antes de cosechar.
▶ Cuando sea posible, intentar priorizar plantas que se cosechen sus hojas, flores, y semillas; ya que las plantas que necesitamos su raíz, al tomarla, ésta muere.
▶ No cosechar en zonas fumigadas, contaminadas o en lugares con mucha circulación de vehículos.
▶ En climas secos, no cosechar inmediatamente luego de una lluvia.
Cosechar es un gesto muy poderoso, se hace con todo el cuerpo disponible, con los sentidos bien presentes. Se realiza con respeto y con la sabiduría milenaria de nuestros ancestros presente. Se puede convertir en una meditación, en un trance. Observar, escuchar, oler, tocar, saborear. Y agradecer infinitamente a las plantas, que nos regalan su medicina, su compañía, su amor.
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