El equilibrio mental y físico es esencial para estar en armonía y cuidar nuestra salud natural. En estos tiempos convulsionados, te doy algunas ideas sobre cómo conservar la calma, en tu vida cotidiana pero también en situaciones de emergencia.
Por un minuto de amor, por un segundo de calma, por un ratito de sol, te entrego toda mi alma. Suena a lo lejos.
Si bien todos somos distintos, seres con distintas historias, experiencias, vivencias, creencias y, aquello que es un bálsamo para alguien no lo es para otro, o lo que a una persona puede brindar serenidad a otra lo puede estimular, existen ciertos elementos en la Tierra que nos puede llevar a tal conexión y a experimentar la calma. ¡Tan necesaria en estos tiempos!
Aunque sea de a ratos -unos minutos son suficientes- no tenemos que pretender experimentarla siempre, porque sería exigirnos de más. Toma nota de estas sugerencias:
- Sol: Colocar la cara al sol al menos 10 minutos al día, está comprobado que la falta de sol estimula la depresión y la ansiedad.
- Horizonte: Tratar de ver el horizonte, y si donde vives no lo puedes visualizar, al menos enfoca tu vista en los árboles, de ponerte en contacto visual con la naturaleza, con el cielo también. En esos casos, nuestra vista y mente se despeja, y como consecuencia nos potencia la calma.
- Infusión: Parar unos minutos al día para tomarte una infusión mientras escuchas la música que te relaja. Sentir el aroma de la hierba que estás consumiendo. Seguro tienes 5 minutos para una taza de hierba medicinal.
- Plantas: Ingerir plantas medicinales relajantes: valeriana, pasionaria, lavanda, melisa, entre otras.
- Respiración lenta: Respirar de manera lenta, pausada y profunda. Existe estudios científicos que muestran cómo el cerebro se relaja con este tipo de respiración.
- Aromaterapia: la inhalación de aceites esenciales relajantes es muy efectivo, debido a que las moléculas aromáticas son muy volátiles e ingresan a través del olfato llegando rápidamente al sistema nervioso, donde actúan sobre el sistema límbico (lugar donde se procesan nuestras emociones). Ejemplos de aceites esenciales: Lavanda, Azahar, Naranja, Melisa, Cedrón, Rosa, Madreselva, Jazmín, entre otros.
Si sentimos calma, nuestro sistema nervioso simpático se activa beneficiando muchas funciones de nuestro organismo. ¡Incluso la digestión! Te invito a sumar alguno de esos consejos a tu vida diaria para mejorar tu salud y tu calidad de vida.
¡Y no olvides que aún estás a tiempo de inscribirte en la FORMACIÓN EN MEDICINA HERBAL INTEGRAL® para conocer todos los beneficios de las plantas medicinales y cómo consumirlas para cambiar rotundamente tu calidad de vida! 🙂
Florencia Fasanella
Farmacéutica especializada en medicina herbal e integrativa
Matrícula 17501