La Bardana tiene una larga historia como planta culinaria y bioactiva. La raíz de esta hierba común ha sido conocida a lo largo de la historia por sus cualidades purificadoras de la sangre y las hojas se han utilizado para una variedad de aplicaciones tópicas. 

En Japón,  se cultiva como verdura desde hace unos 1000 años. En la actualidad, se encuentra ampliamente en Taiwán, China y Japón, donde la raíz crujiente, dulce, suave y ligeramente picante se come cruda y cocida. Es, particularmente, popular en la cocina japonesa y coreana, donde se le llama gobo y ueong , y aparece en varios platos como el kinpira gobo , una combinación de raíz de bardana rallada y zanahoria estofada con salsa de soja, azúcar, mirin y aceite de sésamo. El gobo también se procesa para obtener un bocadillo frito similar a las papas fritas. 

Si bien la raíz de Bardana no parece tener una tradición como hierba culinaria en la parte occidental del mundo, el herbolario inglés John Gerard (1597/1633) documentó la comestibilidad de los tallos tiernos pelados, que, según él, constituyen un excelente alimento. Se come crudo con sal y pimienta o se hierve en un rico caldo. Los tallos tiernos pelados se pueden cocinar en agua salada y el sabor recuerda al de las alcachofas.

No está del todo claro cuándo se registraron por primera vez los usos beneficiosos de la Bardana, pero los antiguos griegos la llamaron arkeion , descrito en De Materia Medica de Dioscórides. Dioscórides sugirió que la raíz  se tomara junto con semillas de pino ( Pinus spp.) para “ayudar a los que escupen sangre y corrompen la materia”. La pulpa de la raíz se aplicaba externamente para aliviar las articulaciones dolorosas, mientras que las hojas se utilizaban para resolver úlceras antiguas.

Curiosamente, en la tradición de la alquimia a base de hierbas, las plantas con espinas, púas y cabezas de semillas pegajosas se consideran características de las que ayudan a expulsar las toxinas del cuerpo. La Bardana pertenece al principio de la sal; se trata de plantas ricas en minerales como el potasio y el magnesio, que suelen utilizarse en casos de enfermedades crónicas. Esta planta se utiliza como parte de un té de cuatro ingredientes que incluye vara de oro ( Solidago virgaurea ), cola de caballo ( Equisetum arvense ) y abedul ( Betula pendula ) para ayudar a eliminar los productos de desecho acumulados en el cuerpo, particularmente después de completar la quimioterapia.

Los usos de las semillas de Bardana en la medicina china se documentaron por primera vez en Ming-Yi Bie-Lu , “Registros complementarios de médicos famosos”, un antiguo libro de medicina china escrito alrededor del año 510 d.C.

Existen algunas similitudes entre la herboristería occidental temprana y los usos de la Bardana en la medicina china. Según el herbolario Jing-Nan Wu (2005), las semillas dispersan el calor del viento, típicamente caracterizado por dolor de garganta con expectoración y, también, promueven erupciones cutáneas en la aparición del sarampión y la rubéola.

La Bardana se ha utilizado históricamente como tónico para el cabello, y en varios países europeos todavía se vende un aceite elaborado a partir de sus raíces para combatir la caída del cabello. No está del todo claro de dónde viene este uso, pero algunos autores sugieren que se basa en la Doctrina de las Signaturas.

 

Características de la Bardana

La Bardana es una planta nativa de las regiones templadas de Europa y Asia. Una verdadera “maleza” al borde del camino, es conocida por sus distintivas rebabas que se adhieren a la ropa y al pelaje de los transeúntes, ayudando a dispersar sus semillas. Su nombre científico proviene de una palabra que significa “agarrar” o “mano”: cualquiera de los dos se refiere a la capacidad de la semilla para quedar retenida en elementos de textura como pieles y suéteres. Pocas personas saben que la forma en que las semillas de Bardana se adhieren a casi cualquier cabello y tela ha sido la inspiración para que George de Mestral desarrollara un cierre de ropa ampliamente utilizado, el famoso velcro. 

La Bardana es bienal (una planta con un ciclo de vida de 2 años): en su primer año, la planta forma una roseta basal y se mantiene relativamente cerca del suelo. Las hojas inferiores son grandes, de hasta 60 cm de largo y 30 cm de ancho, y tienen forma de cuña con bordes ondulados; el envés de las hojas es blanquecino con una textura lanosa densa, mientras que los tallos de las hojas de color violáceo son sólidos y redondos con un solo surco a lo largo de la superficie superior. Durante la primavera de su segundo año, esta hierba produce un tallo floral que alcanza entre 60 cm y 2 metros de altura; las hojas se vuelven progresivamente más pequeñas y menos onduladas hacia la parte superior del tallo. La Bardana florece a fines de la primavera o principios del verano, desarrollando floretes de color rosa a púrpura que forman una cabeza floral compuesta que varía de 3 a 4 cm de diámetro y que emerge de una base verde globular y espinosa. Estas flores parecidas a cardos dan paso a cabezas de semillas que se forman como una rebaba marrón con pequeñas puntas ganchudas capaces de adherirse a la ropa y al pelaje como medio de dispersión de semillas. A su vez, produce una raíz pivotante grande que crece hasta 1 metro de largo y 7 cm de ancho, con una superficie que se asemeja a la corteza de un árbol y un núcleo con anillos concéntricos de color blanco beige.

 

Con fines medicinales se aprovecha la raíz en su primer año de crecimiento. También se utilizan, aunque en menor medida, las hojas y las semillas.

 

Si bien la raíz de Bardana se usa comúnmente para afecciones crónicas, los herbolarios a menudo prefieren usar semillas de bardana para problemas más agudos. Se indica la raíz cuando se busca una acción suave para reducir una condición irritable del sistema estimulando los órganos excretores como los riñones, la piel y los intestinos.

Las semillas, en cambio, son diuréticas con una acción más inmediata y temporal que la raíz. Son más difusas, es decir, su acción se transmite a través del sistema nervioso y, por tanto, tiene una respuesta más rápida y transitoria en el organismo.

La propiedad difusiva de las semillas de Bardana se evidencia por la sensación de hormigueo que producen en la lengua, similar a la de la Equinácea ( Echinacea spp.), de hecho, se utilizan semillas de Bardana junto con Equinácea para aumentar la eficacia de la acción de la Equinácea contra los resfriados y la gripe, especialmente, en casos de glándulas inflamadas.

Por el contrario, la raíz de Bardana se considera un tónico reconstituyente que se puede utilizar durante un período de tiempo más prolongado, pero con el potencial de producir resultados más permanentes.

La raíz de Bardana se cosecha mejor durante el otoño del primer año de crecimiento, antes de que aparezca el tallo floral. Además, se puede extraer a principios de la primavera del segundo año, antes de que haya brotado el tallo de la semilla; una vez que ha surgido el tallo, las raíces se vuelven demasiado duras y fibrosas para ser utilizadas como alimento o preparaciones a base de hierbas. Excavar la raíz de bardana requiere paciencia debido a su gran tamaño. 

Se cree que la semilla de Bardana tiene una acción diurética más fuerte que la raíz y, por lo tanto, se usa para problemas relacionados con los riñones, como edema, gota y cálculos renales. A su vez, se utilizan para mejorar la circulación del Qi del hígado. 

Las raíces se aplican para indicaciones similares y se utilizan para aliviar los síntomas asociados con el resfriado común, para desintoxicar la sangre y para afecciones de la piel como erupciones cutáneas, forúnculos y eczema.

Las hojas de Bardana a veces se utilizan, ya sea magulladas o blanqueadas, como cataplasma para erupciones cutáneas como forúnculos y abscesos. A su vez, tienen una fuerte acción antibacteriana, que puede ayudar a combatir las bacterias asociadas con los forúnculos y otras erupciones cutáneas. Los compuestos de azufre fotoactivados lapafeno-A y arctinal exhiben fuertes acciones antimicrobianas y antifúngicas y pueden contribuir al uso de la bardana para diversas afecciones de la piel y propiedades de limpieza de la sangre.