Probióticos para beneficiar la interrelación cuerpo-mente

La salud mental y nuestra capacidad de recuperación del estrés pueden verse muy afectadas por la vitalidad digestiva o la falta de ella. Conocé cómo los probióticos pueden contribuir a beneficiar esta relación.

¿Cómo te sentís por estos días de aislamiento social y cuarentena? Sin dudas, no todos lo transitamos de la misma manera. Es importante que puedas registrar tus emociones, ya que al hacerlas conscientes, podés llegar a trabajar sobre las que son negativas.

En el medio de esta pandemia, como venimos conversando, el estrés frente a una situación inesperada, puede ser beneficioso en la medida que se transforme en la capacidad que tenemos nosotros como seres humanos de adaptación al cambio. Sin embargo, cuando el estrés nos impide avanzar y nos invade los pensamientos negativos, puede ser muy contraproducente para nuestra salud, disminuyendo nuestras defensas y atacando nuestro sistema inmune.

Por ello, hoy quiero hablarte de los Probióticos. No es un tema sencillo de explicar. Te sugiero que te hagas la tisana que más te guste y que te tomes ese rato para vos, y para que tengas una atención plena de lo que te voy a contar.

Los Probióticos contienen microorganismos vivos, generalmente cepas específicas de bacterias que se añaden directamente a la población de microbios sanos en el intestino.

Es importante que no los confundas con los prebióticos. Éstos no son organismos vivos sino un tipo de fibra no digerible que tiene efectos beneficiosos sobre la salud, al estimular el crecimiento de una clase específica de bacterias del colon.

La microbiota está constituída por microorganismos que favorecen la digestión, entre otras tantas cosas.Se alojan en en el intestino grueso, aunque tenemos presencia de microorganismos en todo el tracto digestivo. 

Sistema Nervioso y Microbiota

El sistema nervioso entérico y la microbiota intestinal tienen una relación estrecha y altamente comunicativa, que permite la implementación colectiva de respuestas inmunes y emocionales, cognición e incluso nuestro comportamiento en torno a los alimentos. Por ejemplo, la interacción mutua de los microorganismos intestinales y el sistema nervioso se ha relacionado con la inflamación intestinal, el dolor visceral  e incluso la obesidad.

Encontramos gran variedad de microorganismos en el intestino, los cuales presentan genes involucrados en la síntesis de neurotransmisores humanos, como los que participan en nuestra respuesta de lucha o huida y el estado de ánimo general y la cognición. 

Por ejemplo, algunas especies de Lactobacillus y Bifidobacterium producen ácido gamma aminobutírico (GABA) y acetilcolina. La Escherichia produce norepinefrina y serotonina, y Bacillus produce dopamina y norepinefrina. En tanto, Cándida, estreptococo y enterococo, y también produce serotonina. 

Así como los microorganismos intestinales afectan el sistema nervioso, el sistema nervioso impacta a la microbiota de muchas maneras.

La salud mental y nuestra capacidad de recuperación del estrés pueden verse muy afectadas por la vitalidad digestiva o la falta de ella. Este nuevo y emocionante campo de investigación sobre las interacciones de las bacterias intestinales con tejidos y órganos fuera del sistema digestivo también continúa iluminando las conexiones entre la salud de nuestro sistema digestivo, nuestra microbiota intestinal y la experiencia y los efectos del estrés psicológico en nuestro bienestar completo.

¿Cómo beneficiar la interrelación cerebro-intestino?

Hay muchos pasos que podemos tomar para apoyar la función y las relaciones entre los diversos sistemas que conforman el eje intestino-cerebro-microbiota. Sin embargo, al igual que con muchas otras estrategias de apoyo para el manejo del estrés, lograr una comunicación equilibrada entre el sistema digestivo, sus microorganismos comensales y nuestro ser emocional puede requerir más, que simplemente tomar un suplemento probiótico.

Además, encontramos estudios científicos que nos explican cómo el estado de la microbiota influye en nuestro sistema inmunológico que, hemos comentado, también está relacionado con el estrés. Si se mantiene el estrés en el tiempo, mi sistema de protección disminuye, por eso, la microbiota termina siendo muy importante tanto para el estrés, el sistema nervioso y el sistema inmune.

¿Donde podemos encontrar probióticos? 

En el Kefir, la Kombucha, y los fermentados como Chucrut. ¿Conocés alguno de estos? Te cuento más:

• Kefir: bebida fermentada rica en bacterias y levaduras probióticas que mejoran la flora intestinal, auxilian en la inmunidad y mejoran el tránsito intestinal, ayudando a mantener la salud general del organismo.

• Kombucha: se elabora con la mezcla de un té – preferiblemente té verde o negro– y un cultivo simbiótico de levaduras y bacterias beneficiosas conocido como SCOBY (siglas en inglés de Colonia Simbiótica de Bacterias y Levaduras) u hongo kombucha.

• Chucrut: Se elabora a partir de la fermentación en sal y agua del coliflor común -Brassica oleracea-.

Incluirlos, o incluir alguno de ellos en tu plan nutricional contribuirá al equilibrio de tu cuerpo y mente.