La piel emocional

Este extenso órgano es el mensajero de nuestras emociones, es nuestra protección y una importante vía de desintoxicación. Los desequilibrios en la piel nos muestran cómo nos contactamos con el mundo externo. Conoce más sobre sus síntomas y cómo tratarlos en esta nota.

La piel emocional

¿Lo que sentimos afecta al estado de nuestra piel?

La respuesta es SÍ.

Nuestras emociones se traducen en hormonas y neurotransmisores que tienen un efecto a nivel de nuestro cuerpo físico. Lo podemos explicar desde muchas cosmovisiones, y todas dirán lo mismo de distintos modos que parecen opuestos pero no lo son.

Cuando estamos estresadas/os nuestro organismo se prepara la lucha o huida, redirige nuestro torrente sanguíneo hacia los lugares que es más necesario, en este caso para luchar o correr necesitamos más sangre en las extremidades. Como consecuencia de esto, otras partes del cuerpo como la piel, reciben menor cantidad de sangre, por ende de nutrientes y oxígeno, esto en algunas personas puede generar graves problemas en la piel.

¿Aún sigues pensando que las emociones no afectan nuestra salud? ¿Crees que lo único para estar bien es tener en cuenta lo que comes y a qué suplementos consumir? Eso es una parte, pero las emociones SIEMPRE son importantes y deben ser tenidas en cuenta, no pasa todo por lo que hagamos con el cuerpo, aunque es indiscutible que su cuidado es muy importante.

En el DIPLOMADO DE DERMOCOACH INTEGRATIVO® les enseñamos una profesión revolucionaria para la piel, una profesión que integre al SER no sólo al cuerpo. Les enseñamos herramientas que van desde la neurociencia, hasta la biodescodificación, medicina herbal y las últimas novedades de tratamientos para la piel con cosmética natural y aparatología no invasiva y técnicas de masaje facial.

Las chicas que están cursando nos hacen saber lo revolucionaria que es esta nueva profesión que hemos creado, y nos llena de alegría porque queremos que la PIEL no sea más vista como una parte del cuerpo y nada más, la piel también siente, la piel también es emocional.

Te comparto, también, siete hábitos para incorporar y mejorar la salud de tu piel para ir ejercitando en este artículo.

La piel: estructura y función

La piel es el órgano más grande del cuerpo, representando entre el 10 y el 15 % de nuestro peso corporal. Su superficie aproximada es de 2 m² y actúa como una barrera protectora contra agentes externos, microorganismos y sustancias tóxicas. Se compone de tres capas principales:

  • Epidermis: Es la capa más externa y está compuesta principalmente por queratinocitos. Cumple una función barrera contra agentes externos y sufre un recambio constante de células. También alberga melanocitos, responsables de la pigmentación de la piel, y células de Langerhans, que cumplen un rol inmunológico.
  • Dermis: Contiene colágeno, elastina, vasos sanguíneos, terminaciones nerviosas y glándulas sebáceas y sudoríparas. Es la encargada de proporcionar elasticidad y resistencia a la piel, además de regular la temperatura corporal.
  • Hipodermis: Es la capa más profunda y está compuesta por tejido adiposo. Actúa como aislante térmico, reserva energética y amortiguador frente a impactos mecánicos.

Además de su función estructural, la piel participa activamente en el sistema neuroendocrino e inmunológico, ya que produce y responde a hormonas y neurotransmisores como el cortisol, la adrenalina y la sustancia P. También regula la hidratación y la homeostasis del cuerpo, facilitando la eliminación de toxinas a través del sudor.

Estrés y enfermedades cutáneas

El estrés activa el eje hipotalámico-hipofisario-adrenal (HHA) y el sistema simpático, liberando cortisol y catecolaminas. Estas sustancias pueden desencadenar o agravar diversas enfermedades cutáneas al comprometer la función barrera de la piel, aumentar la inflamación y alterar el sistema inmunológico.

  • Psoriasis: Enfermedad inflamatoria crónica caracterizada por la hiperproliferación de queratinocitos y una respuesta inmune exacerbada. Se manifiesta con placas eritematosas descamativas, especialmente en codos, rodillas y cuero cabelludo. El estrés es un desencadenante frecuente y puede aumentar la gravedad de los brotes.
  • Dermatitis atópica: Afección crónica con disfunción de la barrera cutánea que provoca inflamación, sequedad extrema y prurito. El estrés exacerba los síntomas al favorecer la liberación de citoquinas proinflamatorias y aumentar la sensibilidad de la piel a alérgenos.
  • Vitiligo: Trastorno autoinmune que causa la destrucción progresiva de los melanocitos, generando manchas despigmentadas en la piel. Factores psicológicos como el estrés pueden acelerar la pérdida de pigmentación.
  • Acné: Patología multifactorial influenciada por el estrés, el cual estimula la producción de cortisol y andrógenos, aumentando la actividad de las glándulas sebáceas y favoreciendo la proliferación de Propionibacterium acnes.
  • Urticaria: Reacción alérgica mediada por la liberación de histamina, que provoca ronchas y prurito. Se ha demostrado que el estrés emocional puede inducir urticaria crónica al modular la respuesta inmunológica.
  • Efluvio telógeno: Pérdida excesiva de cabello desencadenada por el estrés prolongado, que altera el ciclo capilar y favorece la caída prematura de los folículos pilosos.

El manejo del estrés y un adecuado cuidado de la piel pueden contribuir a la prevención y mejoría de estas patologías.


Plantas medicinales para equilibrar la piel

Te comparto algunas hierbas que ayudan a equilibrar la piel desde adentro:

Hierba Luisa / Cedrón (Aloysia citrodora)

El cedrón se ha utilizado tradicionalmente para aliviar problemas digestivos, como la indigestión, los espasmos estomacales y los cólicos. Se cree que ayuda a promover la digestión y aliviar la inflamación.

A su vez, por su gran concentración en aceites esenciales, es una hierba muy aromática con efecto relajante. Actúa sobre el sistema nervioso, activando el sistema parasimpático, ayudando en casos de estrés. Se han realizado estudios científicos comprobando que beneficia al descanso, siendo efectiva en casos de insomnio.

Además, contiene compuestos antioxidantes que ayudan a proteger las células del daño causado por los radicales libres. Se ha descubierto que algunos compuestos del cedrón tienen actividad antibacteriana y, también, posee propiedades antiinflamatorias, esto puede ser beneficioso para aliviar dolores musculares y articulares.

Resulta un muy buen preventivo cardiovascular en combinación con el hibiscus y ayuda a disminuir la presión arterial, siendo eficiente en casos de hipertensión.

Interacciones: Puede potenciar el efecto de sedantes.

Contraindicaciones: No recomendado en hipotensión grave.

Melisa (Melissa officinalis)

Conocida también como toronjil, la melisa se ha utilizado tradicionalmente por sus propiedades calmantes y relajantes, contra los estados de angustia y decaimiento. Ayuda a reducir la ansiedad, el estrés y el insomnio. Puede ser útil para promover la relajación y mejorar la calidad del sueño.

Como carminativa, la melisa alivia el malestar digestivo relacionado con la ansiedad o la depresión, ayudando a reducir la hinchazón y favoreciendo la digestión. Contiene compuestos antioxidantes, como los polifenoles, que ayudan a proteger las células del daño causado por los radicales libres.

Se ha descubierto que algunos compuestos presentes en la melisa tienen actividad antiviral y antibacteriana, resultando muy efectiva en aplicación tópica sobre las llagas del herpes simple, mejorando el tiempo de cicatrización y previniendo la recurrencia. Finalmente, se ha investigado el gran potencial de esta hierba como protector del ADN del daño inducido por la radiación. 

Interacciones: Puede potenciar el efecto de barbitúricos y benzodiacepinas.

Contraindicaciones: Evitar en hipotiroidismo.

Pasionaria (Passiflora sp.)

La pasionaria o pasiflora no es sólo belleza, también, es una hierba conocida por sus efectos calmantes del sistema nervioso y propiedades sedativas. Muy utilizada por los nativos americanos como calmante de los nervios y además como curativa de heridas externas. Ayuda a aliviar el estrés, la ansiedad y la agitación. Por sus demostrados efectos ansiolíticos, puede ser útil en casos de trastornos de ansiedad, insomnio relacionado con la ansiedad y síndrome de abstinencia.

A su vez, posee propiedades antiespasmódicas que pueden ayudar a aliviar los espasmos musculares y calmar el sistema nervioso. La pasionaria es un somnífero y sedante, se utiliza para tratar trastornos del sueño, calambres musculares y otros problemas relacionados con la tensión muscular.

Algunos estudios sugieren que la pasionaria puede tener propiedades analgésicas, lo que significa que puede ayudar a aliviar el dolor leve a moderado. Puede ser útil para dolores de cabeza, dolores musculares y otros tipos de molestias. Calma, también, las contracciones uterinas y alivia los dolores menstruales.

Tiene propiedades antioxidantes y, utilizada de forma tópica, es antifúngica y antibacteriana. 

Interacciones: Potencia el efecto de ansiolíticos y sedantes.

Contraindicaciones: No usar en embarazadas.

Bardana (Arctium lappa)

Hierba amarga y depurativa, ayuda a limpiar y desintoxicar el organismo. Se utiliza tradicionalmente para purificar la sangre y mejorar la salud de la piel, y por su gran poder antibiótico y antiinflamatorio, por lo que es recomendable tomarla en casos de acné, eczemas, dermatitis seborreica, abscesos y como apoyo en la psoriasis.

Es una gran aliada para nuestro sistema gástrico por sus propiedades digestivas, beneficia la producción de bilis, favorece el apetito y regula la alimentación. Al ser una hierba diurética favorece la eliminación de orina. Esta característica es altamente beneficiosa en casos de retención de líquidos y edemas, contribuyendo a un correcto funcionamiento del aparato urinario.

A su vez, posee propiedades antiinflamatorias y antioxidantes y es levemente hipoglucemiante por lo tanto, acompañada de otras hierbas con este mismo efecto, ayuda en caso de diabetes. 

Interacciones: Puede potenciar el efecto de hipoglucemiantes.

Contraindicaciones: No recomendada en embarazo y lactancia.

Caléndula (Calendula officinalis)

También conocida como maravilla, es una planta medicinal ampliamente utilizada debido a sus propiedades terapéuticas, entre las cuales se destacan sus variados efectos sobre la piel, es cicatrizante, regenerativa, antiinflamatoria, antifúngica, antiviral y antibacteriana. Se utiliza para el acné, las quemaduras, raspaduras y en caso de dermatitis.

Por otro lado, actúa sobre el sistema linfático, eliminando toxinas de la linfa y descongestionando los ganglios linfáticos inflamados, así como mejorando la circulación de la sangre. Favorece el movimiento de los fluidos hacia la periferia y la superficie, lo que permite el enfriamiento, y muestra una especial afinidad por las heridas, donde los fluidos pueden acumularse y retener el calor debido al daño estructural del tejido. Ayuda a acelerar la curación de heridas, cortes, úlceras y quemaduras al promover la regeneración de tejidos y estimular la producción de colágeno.

Además de sus maravillosos efectos sobre la piel, la caléndula también posee propiedades sobre el sistema digestivo, su leve sabor amargo le confiere efectos colagogos y hepáticos.

A su vez, favorece el funcionamiento de la vesícula biliar, la secreción de bilis y enzimas hepáticas como, también, la absorción de nutrientes en el intestino. Ideal para úlceras, reflujo gástrico, gastritis, inflamación intestinal y síndrome de intestino permeable.

También, tiene un vínculo profundo con el útero: se utiliza para fibromas uterinos en menopausia, durante la recuperación post parto, como reguladora de la menstruación y para disminuir dolores menstruales. Esto puede deberse a sus acciones antiespasmódicas y emenagogas. 

Interacciones: Puede interferir con fármacos sedantes.

Contraindicaciones: No en personas alérgicas a las Asteráceas.

Infusión para el bienestar de la piel

Para ayudar a reducir el estrés y mejorar el bienestar de la piel, puedes preparar una infusión con tres de las plantas mencionadas:

Ingredientes:

  • 1 cucharadita de hojas secas de melisa (Melissa officinalis)
  • 1 cucharadita de flores y hojas secas de pasionaria (Passiflora sp.)
  • 1 cucharadita de hojas secas de cedrón (Aloysia citrodora)
  • 250 ml de agua caliente

Preparación:

  1. Calentar el agua hasta que esté a punto de hervir.
  2. Colocar las hierbas en un recipiente y verter el agua caliente sobre ellas.
  3. Tapar y dejar reposar durante 10 minutos.
  4. Colar y beber lentamente, preferiblemente antes de dormir para potenciar su efecto relajante.

Esta infusión combina las propiedades ansiolíticas y digestivas de la melisa, los efectos sedantes de la pasionaria y la acción relajante del cedrón, ayudando a calmar la mente y el cuerpo.

El cuidado de la piel no sólo depende de factores externos como la cosmética, sino también de un adecuado manejo del estrés y el uso de plantas medicinales seguras y efectivas. La piel es un reflejo de nuestro estado emocional y físico, por lo que un enfoque integral es clave para su bienestar.

¿Quieres trabajar en tu piel y la de tus pacientes de forma natural e integrativa?

Escríbenos a consultas.dermocoach@gmail.com y recibe toda la información que necesitas para sumarte.

Florencia Fasanella

Farmacéutica especializada en medicina herbal e integrativa
Matrícula 17501

Referencias

  1. Alexopoulos, A., & Chrousos, G. P. (2016). Stress-related skin disorders. Springer Science+Business Media.
  2. Kimyai-Asadi, A., & Usman, A. (2001). The Role of Psychological Stress in Skin Disease. Journal of Cutaneous Medicine and Surgery.
  3. Kenda, M., et al. (2022). Medicinal Plants Used for Anxiety, Depression, or Stress Treatment: An Update. Molecules.

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