Los desequilibrios emocionales pueden contribuir a que aparezcan o se desarrollen diversas enfermedades somáticas. La Psicoinmunoneuroendocrinología (PINE) nos ayuda a comprender cómo se relaciona el cuerpo, la mente y la emoción desde una mirada científica.
“Estoy muy estresada/o”, “tengo burn out”, “estoy con los nervios de punta”, “tengo mucha ansiedad”. Seguramente estas frases te resuenan, no sólo por haberlas escuchado sino también, tal vez, por haberlas dicho vos misma/o.
Ansiedad, angustia, nervios, depresión, pánico son emociones que pueden erosionar nuestro estado de bienestar, e incluso enfermarnos. Existe una estrecha relación entre las emociones, el estrés y cómo ello impacta directamente en nuestro estado físico.
En estos momentos de mucha incertidumbre, tanto por los efectos producidos por la pandemia desatada por COVID-19 (encierro, soledad, miedo a enfermarnos ó que se enfermen nuestros seres queridos, poca o nula socialización, estar conectados frente a pantallas más de 12 horas al día), como por cuestiones referidas a la economía de tu hogar, pueden estar generando este tipo de emociones negativas que alimenten tu estrés y que tenga consecuencias en tu salud.
¿Cómo se da esta interrelación?
Claude Bernard fue un fisiólogo francés que habló por primera vez del «medio interno», con esto se refería a que los seres vivos tenemos la capacidad de mantener estables nuestras condiciones fisicoquímicas internas, mas allá de los estímulos externos que tienden a desestabilizarnos.
Luego Walter B. Cannon, fisiólogo norteamericano, estudió las relaciones entre las emociones, la fisiología y la salud. El científico aseveraba que debe haber un equilibrio mental y emocional para que el organismo también esté equilibrado. En 1929, crea el término homeostasis, para referirse a un conjunto de fenómenos de autorregulación, que llevan al mantenimiento de una relativa constancia en la composición y las propiedades del medio interno de un organismo.
La Psicoinmunoneuroendocrinología del estrés estudia la interacción entre las emociones, los procesos psíquicos, el sistema nervioso, el endocrino y el inmunonológico, para comprender cómo afectan nuestra salud. Hace ya mucho años, la ciencia aceptó con el nombre de «enfermedades psicosomáticas» que las emociones y la mente tienen efectos sobre nuestro cuerpo físico.
Cuando experimentamos estrés, nuestro sistema nervioso se encuentra hiperactivo, y comienzan a generarse cambios en el sistema endocrino y en el inmunológico. El sistema inmunológico actuaría como una especie de sensor, comunicándose con el sistema endocrino mediante señales de linfocitos a través de hormonas inmuno-reactivas, provocando a su vez una modificación de la homeostasis corporal.
El estrés tiene múltiples causas pero, sin dudas, los desequilibrios emocionales ya sea por exceso o por deficiencia de ira, miedos, rencores, envidia y los síntomas psíquicos como la ansiedad, la depresión y angustia, entre otros, pueden contribuir a que aparezcan o se desarrollen diversas enfermedades somáticas.
Todo esto lo analiza la Psicoinmunoneuroendocrinología (PINE), que nos ayuda a comprender cómo se relaciona el cuerpo, la mente y la emoción desde una mirada científica.
La base de la PINE es que todo el organismo se encuentra interconectado (se interrelacionan y son interdependientes), algo que, en realidad, se viene hablando hace siglos en las medicinas ancestrales, solo que ahora, se lo puede justificar desde la mirada del método científico.
No solo eso, también se habla de la importancia del medio que nos rodea como un factor importante a la hora de pensar en nuestra salud.
Existen múltiples estudios científicos que demuestran como ejercicios del estilo del Yoga, Tal chi, Qigong, terapias de relajación, meditación y visualización, entre otras, logran disminuir el estrés (eso se pudo medir por ejemplo observando que en esos casos, las citoquinas pro-inflamatorias disminuían).
Con respecto a las plantas medicinales, se observaron efectos antiestrés en sustancias sedantes, relajantes, ansióliticas y también en aquellas que son adaptógenas (ayudan al organismo a disminuir las consecuencias nocivas del estrés).
En esta nota del Blog les hablo más acerca de estas plantas: https://florecer-medicinanatural.com/que-el-coronavirus-no-te-enferme-pero-que-tampoco-te-estrese/
Una vez más, es importante comprender que mientras más variables tengamos en cuenta ante un problema de salud, más eficiente será el tratamiento.
Desde Florecer, te alentamos a que puedas ser consciente de cuáles son aquellas emociones negativas que te están invadiendo. Poder reconocerlas es el primer paso para actuar: realizar alguna actividad física que te serene y te brinde paz y comenzar a tomar algunas hierbas medicinales que contribuyan a disminuir el estrés.
Excelente
muchas gracias 🙂
Todo lo q me pasa esta descripto en este texto .lo q pasa con Pine si no hay una paz espiritual TODO SE VIENNE ABAJO..ESTOY CON ATAKE DE PANICO Y TODOSLOS SINTOMAS SON HORRIBLES..HASTA LLEGAR A UN DESEK HORMONAL…GRACIAS FLOR POR ESTA INFORMACION
De nada Ana, te mando un abrazo grande!!
Me siento muy identificada,ya ni siquiera puedo dormir,estoy sufriendo insomnio,me siento muy mal y no quiero ver a nadie.
Hola Gri, vamos ánimo, tenemos que salir adelante porque la vida, más allá de las dificultades, tiene muchas cosas hermosas. Las mas hermosas son las más simples: poner los pies sobre la tierra, que te acaricie la cara la brisa del viento, que te abrace el sol. Te mando un beso grande!