¿Síndrome Pre-menstrual o necesidad de escucharNOS?

Si tenemos en cuenta que todo síntoma es una forma de comunicación del cuerpo, un llamado de atención, para ser escuchado y accionar en armonía, bastaría con reconocer nuestras necesidades particulares en esta etapa para que el síntoma desparezca. 

“Hoy no me banco nada”. “¡Qué ganas de comer algo dulce!” “Tengo la energía por el piso”. Cuántas veces hemos escuchado estas frases, incluso ¡decirlas nosotras mismas! Muchas nos reconocemos en ellas transitando el famoso “síndrome pre-menstrual”. Es ese período y ventana de tiempo de nuestro ciclo hasta que finalmente nos indisponemos.

Abarca cambios físicos y en el estado de ánimo, antes y durante la menstruación. Algunos de los síntomas se manifiestan a través de sentimientos como tristeza, nerviosismo, ansiedad y otros a nivel físico como cansancio, sensación de hinchazón, dolor de espalda, sensibilidad en mamas, dolor de cabeza, estreñimiento o diarrea, etc.

Te preguntaste alguna vez: estas incomodidades, molestias y dolores “aparentemente normales” que pasamos  por el cuerpo una vez al mes, durante algunos días, ¿a qué se deben?  ¿Esta información es realmente natural a nuestro cuerpo, es parte de nuestra naturaleza cíclica? ¿O remite a exigencias sociales y culturales?

Cambios hormonales

Es importante conocer qué pasa en nuestro cuerpo fisiológicamente durante este  momento  de nuestro ciclo menstrual. Si el ovocito no fue fecundado, la fase premenstrual aparece luego de la ovulación y dura hasta el primer día de sangrado. En esta etapa, la pared interna del útero, el endometrio, que se ha espesado y llenado de nutrientes (para alojar al óvulo fecundado) empieza a desprenderse, ocurriendo posteriormente la menstruación. Esto se debe a que el cuerpo deja de producir  estrógenos (contribuye al desarrollo celular en los órganos, especialmente los de las mamas, el endometrio y los del sistema ovárico) y progesterona (acondiciona el endometrio para facilitar la implantación del embrión).

¿Y nuestra energía?

Te propongo que observes, si aún no lo hiciste, qué pasa con tu energía durante estos días. Es un período de dinamismo, pero la energía no está orientada hacia el exterior, sino hacia el interior. De modo natural, tendemos a un estado de reflexión. Es la fase en que las mujeres estamos más sintonizadas con nuestro saber interior y con lo que ya no funciona en nuestra vida. 

En paralelo nuestra fortaleza física decrece poco a poco. Experimentamos mayor necesidad de dormir, pero la mente se mantiene hiperactiva. Sin embargo, las exigencias externas y las propias en el hacer, prejuzgan a la energía, las emociones y la introspección pre-menstrual de ¨malas o improductivas¨.  Si no producimos o hacemos, parece que no servimos. Por lo que muchas veces tendemos a bloquear esta información reflexiva e intuitiva. Cuando bloqueamos la energía, ésta no tiene otra vía de escape que aparecer en síntoma, esos que mencionamos al principio.

¿Qué plantas pueden ser aliadas en estos días?

Manzanilla:

Es ideal para desinflamar intestinos, prevenir dolores menstruales y mejorar la digestión.

Melisa:

Esta hierba nos  relajar y genera un estado de bienestar.

Cola de Caballo:

Puede ayudarnos a nivel físico, sobre todo para la retención de líquidos que puede aparecer en este período.

Carqueja:

Otorga un equilibrio de nuestra temperatura generando calor interno.

Pasionaria:

Nos ayudar a tener un buen descanso, conectar con el buen ánimo y prevenir dolores menstruales.

Permitite descansar, reposar el cuerpo, movernos de manera más lenta, hacer actividades que nos generen placer y disfrute, cocinar o comer algo rico, escuchar buena música y dejar que nuestro cuerpo acompañe el sonido. Estoy segura que generará una acción más inmediata que cualquier químico que nos vendan en la farmacia.

Observemos la naturaleza, ella nos habla constantemente de ciclos; de energías que ascienden y se plasman en una flor y que luego se repliegan para hacer fuerte la raíz, y así volver a empezar. Ambas son igual de importantes y maravillosas. Somos naturaleza, somos cíclicas, dejemos que nuestra energía fluya sin bloqueos, comulguemos con ella y las posibilidades que nos regala en cada etapa.

Nota desarrollada en conjunto con Anabel Menendez (fitoterapeuta del equipo de Florecer con la que guiamos protocolos depurativos)