Tres hierbas que merecen un lugar en tu hogar

Ellas son Melisa, Romero y Carqueja y son hierbas sanadoras que merecen ser parte de tu botiquín herbal. Conocé por qué, cuáles son sus beneficios y el bonus track de contar con el asesoramiento de Inés Depouilly, paisajista y jardinera, que nos brinda todos sus secretos para cultivarlas en maceta. 

Dar y recibir, a pesar de no esperar nada a cambio. Nuestras formaciones nos acercan a personas maravillosas, que aman la naturaleza como nosotrxs y que se dedican a reproducirla, cuidarla y enriquecerla.

Inés Depouilly, fue alumna de mi Formación de Medicina Herbal Integral, amante de las plantas como nosotros, se dedica a embellecer espacios con ellas y a diseñar jardines, es una arquitecta de espacios verdes. Pero además, Inés tiene una enorme sabiduría por el cuidado de las plantas, desde que se las cultiva hasta su forma de cuidado.

Por eso, nadie mejor que ella para que nos brinde información y conocimiento sobre cómo cultivar y cuidar tres plantas que considero esenciales para que tengas en tu hogar.

Las hierbas sanadoras recomendadas son:

• MELISA (Melissa officinalis): es antidepresiva, ayuda en casos de tristezas y ansiedad, palpitaciones. Además, es digestiva, y contribuye para disminuir la acidez y dispepsias.

• ROMERO (Rosmarinus officinalis): es digestivo, favorece el hígado, y la circulación sanguínea. Acompaña en migrañas y dolores de cabeza. También, favorece la memoria. 

• CARQUEJA (Bacharis articulata): es una gran aliada digestiva hepática. Ideal para tomar antes de las comidas, ayuda a disminuir el exceso de azúcar en sangre, y en casos de digestiones lentas y pesadas.

En esta entrevista, Inés nos devela todos sus secretos para cultivarlas y mantenerlas en casa.

Florecer: Inés, ¿podrías brindarnos algunas recomendaciones generales para tener en cuenta en el caso que decidamos cultivar nuestras propias hierbas sanadoras?

Inés: Antes que nada tenemos que tener presente que el cultivo en maceta es, ya de por sí, una práctica que no es natural. Sino, que es una manera que el hombre ha encontrado para cultivar plantas que puedan ser trasladadas y ubicadas donde mejor nos parezca. La movilidad es otra situación que en el mundo de la naturaleza tampoco se repite, pues no existe especie vegetal que pueda trasladarse, a menos que sea, por ejemplo, una planta flotante/ acuática, lo que la hace de alguna manera móvil.

Florecer: ¿Con ese criterio no existen las “Plantas de Interior”?

Inés: ¡Exacto! Ninguna planta crece en el interior de una cueva, por ejemplo. TIERRA, AIRE, LUZ y AGUA, son condiciones necesarias para la vida vegetal. Por ello es imprescindible que tengamos en cuenta que deberemos prestar muchísima más atención a estas macetas, como si nuestras plantas estuviesen siendo cultivadas en la tierra.

Para que se etienda mejor, en los ambientes naturales, la tierra tiene ciclos, donde estación tras estación los organismos y despojos de plantas caen al suelo, descomponiéndose y regenerándose. Regeneración que lo hará fértil, con buena estructura y mantendrá mejor la humedad. Así que, la primera norma que debemos cumplir es regenerarlo de manera artificial, aportando materia orgánica por lo menos dos a tres veces al año. Sin comida nuestras plantas no solo dejarán de mostrar todo su potencial, sino que también las hará débiles y más susceptible a enfermedades. Ni hablar si, como en este caso, estamos cultivándolas para extraer sus principios activos.

Florecer: ¿Y cómo las cuidamos entonces?

Inés: el riego es fundamental, toda maceta está expuesta a deshidratarse rápidamente. En situaciones naturales la regularidad de las lluvias en combinación a terrenos profundos y sin paredes de contención, permiten a las plantas vivir sin tanto trabajo. 

Además, en las lluvias no solo encontrará líquido sino que en ella, vienen arrastrados nutrientes que la fortalecerán. Como me gusta decir: el agua de lluvia es sanadora para nuestras plantas. Después de una copiosa lluvia, veremos que nuestras plantas no sólo se hidratan sino que lucen más jóvenes y saludables.

Florecer: ¿Qué pasa en el caso de la Melisa, el Romero y la Carqueja?

Inés: Estas tres plantas, vienen de ambientes más bien secos, naturalmente en ellos no se mojarán sus hojas, así que solo es necesario regar la tierra. Por otro lado, les gusta estar expuestas al sol y resisten altas temperaturas, la falta de humedad no les es un problema. Lo ideal es ubicarlas en un balcón, o muy cerca de una ventana. Si le da un poco de sol, mejor si es de mañana o ya muy avanzada la tarde, pero ojo con los vidrios de las ventanas o puertas ya pueden hacer de lupa y terminarán quemando sus hojas.

Regalas solo cuando la empieces “a ver triste”. Parecerá raro este dato, pero es más fácil matar a una planta por exceso de agua que por falta de ella. Y desde ya si tenés agua de lluvia mucho mejor.

Florecer: ¿Cuáles son tus sugerencias para cultivarlas?

Inés: sugiero abonarlas con materia orgánica, nunca de origen químico, tengamos en cuenta que ellas absorberán todos los nutrientes que serán distribuidos tanto en hojas como tallos y flores. Mejor humus de lombriz o compost. Las mejores épocas, para hacer este trabajo, son otoño para que la planta entre en dormancia fuerte, primavera para que brote más fuerte, verano para renovar nutrientes.

Conocé sus características

Por último, Inés, muy generosamente, nos brinda las características de cada una de ellas:

Romero 

Esta planta es de origen mediterráneo. Verán que su envés de hoja tiene un color verde grisáceo y el tamaño de su hoja pequeña y alargada nos está diciendo que su riego debe ser escaso. 

De tallos leñosos, llega a medir 1,5 mtrs en ambientes naturales. En este caso, mientras mayor tamaño de maceta, más grande desarrollará. Resiste muy bien la poda, pudiendo darle hasta forma de arbolito, si así lo quisieras. El mejor momento del año es invierno,  donde toda su energía estará concentrada en sus raíces.

En primavera se puede ver sus pequeñas flores de color lila, distribuidas aleatoriamente en los extremos de sus ramas.

Melisa  

También de origen mediterráneo, pero en este caso su información está en los pequeños pelos distribuidos principalmente en sus hojas, con peculiar forma de corazón. Puede ocurrir que esos pelos (desarrollados por las plantas para captar en ellos más humedad), a simple vista, no se vean, pero que, si observamos con lupa, después de un rocío, veremos pequeñas gotas atrapados en ellos. 

Llegado el otoño, comienza a perder sus hojas, quedando prácticamente desprovista y hasta secándose, sin embargo, su raíz sigue fuerte. Esperará a la primavera para volver a brotar, probablemente desde la base. Límpiala si es necesario sacando toda rama seca. Esto la rejuvenecerá.

Carqueja 

En este caso, sus sus hojas están divididas en tres planos. De allí su nombre trimera y su semejanza a simple vista a un cardo, información que nos da para saber que sus requerimientos de agua son bajos.

Su ambiente natural son las zonas secas de Argentina, Brasil y algunas de Paraguay. La recolección de sus hojas, debe hacerse dejando parte de ella y no llegando a cortar hasta la parte leñosa. Diríamos que la regla del tercio sería una buena medida: se corta solo 1/3 dejando el resto en la planta.

Las tres son de muy fácil reproducción. Si bien se puede generar una nueva planta desde sus semillas, otra forma y más recomendable, es hacerlas desde un gajo o esqueje. De esta manera, lograremos tener una planta adulta más rápido y haremos un clon exacto de su madre. 

Si quieres profundizar en tus conocimientos sobre las hierbas sanadoras, te propongo mi curso Botiquín Herbal para que puedas incorporar su medicina todos tus días.

Florencia Fasanella
Farmaceútica, Matrícula 17501