Las mujeres somos cíclicas al igual que la naturaleza: atravesamos diferentes fases a lo largo del mes y, a su vez, nuestro cuerpo manifiesta diversos síntomas en cada una de ellas. Comprender y acompañar los ciclos hormonales desde la mirada de la Medicina Herbal Integral nos empodera sobre nuestra salud y bienestar. ¿Quieres conocer qué plantas tomar para acompañar tu ciclo? Entonces, esta nota es para ti.
El ciclo menstrual es un microcosmos de lo que sucede en la naturaleza, a nuestro alrededor, todos los días, todos los meses, todos los años. El flujo y reflujo de hormonas en el cuerpo femenino durante las diferentes partes del ciclo es similar a la salida y puesta del sol a lo largo de un día, o a la inclinación de la tierra sobre su eje que crea las estaciones durante el año y, lo más cercano al ciclo menstrual en longitud y patrón, a las fases de la luna.
Comprender los ciclos hormonales y las hormonas en sí mismas puede validar y empoderar, brindando a la persona que está menstruando una mayor comprensión de su cuerpo y comportamiento.
¿Qué son las hormonas?
Las hormonas son mensajeros químicos que regulan y coordinan las actividades de varios tejidos, órganos y sistemas de órganos. Las hormonas, generalmente, se liberan en un tejido y se transportan en el torrente sanguíneo para alterar las actividades de células específicas en otros tejidos u órganos. Son producidas por células endocrinas, que se pueden encontrar en órganos como el páncreas, la glándula tiroides, el timo, la glándula pituitaria, los ovarios y los testículos. Las células endocrinas, también, pueden formar parte de una superficie epitelial, como el revestimiento del tracto digestivo.
La comunicación hormonal entre órganos y tejidos es responsable de regular tanto la fisiología como el comportamiento y juega un papel importante en la reproducción, la lactancia, el estrés, la digestión, el metabolismo, la percepción sensorial, la función cardíaca, la respiración y la química cerebral.
Además, las hormonas tienen un impacto en las funciones corporales diarias, como la digestión y la absorción de nutrientes, la respiración y la frecuencia cardíaca; muchas hormonas trabajan para mantener la homeostasis en el cuerpo.
El ciclo femenino
La primera fase del ciclo es la menstruación, que ocurre por la disminución de los niveles de estrógenos y progesterona ocasionando el desprendimiento del endometrio (cara interna del útero). Esta fase suele durar entre 3 y 5 días. Es el invierno interno y la luna nueva. En esta fase conectamos con el arquetipo de la Bruja, en la que bajamos a las profundidades de nuestro alma en un estado muy intuitivo, poco racional y altamente sensible. La sangre simboliza la vida, es la expresión de la individualidad. En cada menstruación, se renueva el útero y el organismo se limpia a través de la sangre menstrual. Es un momento de empoderamiento femenino que implica un proceso biológico intenso. Dejar ir sangre una vez al mes no es algo sencillo: nos quita energía y los cambios hormonales asociados a este momento del ciclo, además, afectan nuestras emociones. La menstruación es un momento de depuración, de soltar lo que ya no sirve dentro del cuerpo o no nos hace bien.
El dolor es tan frecuente que ha llegado a considerarse normal, pero los dolores que pueden aparecer al menstruar no están necesariamente ligados al movimiento en nuestro organismo y nuestro ciclo, más bien, tiene que ver con nuestras decisiones diarias: ingerir hormonas o haber tomado anticonceptivos, alimentarnos con una dieta basada en harinas y azúcares procesados, no hacer ejercicio, no descansar bien, el consumo excesivo de café y/o alcohol, entre otros tantos factores (inclusive relacionados al campo emocional). También, es importante cómo se viven las molestias. Si entendemos que la menstruación es un signo de salud, si la vemos como algo positivo, es posible que duela menos.
Observar nuestra menstruación, su duración, el color y el volumen de la sangre, si van acompañadas de dolor o no, nos ayuda a comprender mejor nuestro cuerpo y a detectar cualquier signo de desequilibrio.
Escucha tu cuerpo. Durante la menstruación es importante parar, descansar y relajarnos, consumir alimentos ligeros, llenarnos de mimos y masajes, de silencios y meditación.
Escucha también a tu espíritu. La menstruación y el útero están muy vinculados a nuestra creatividad. Podemos recurrir a la escritura o al dibujo, a todo aquello que fluya de nuestra mano sin pasar por el filtro de la mente racional, analítica.
En la siguiente fase, la folicular o preovulatoria, se percibe una tendencia a movernos y afrontar desafíos. La hinchazón desaparece y la piel se ve más luminosa. Todo esto se debe a la subida en el nivel de estrógenos. Se corresponde con la primavera y la luna en cuarto creciente. Es una etapa expansiva y fresca, de renacimiento y vigor. Solemos sentirnos con energía, con un humor algo adolescente, con ganas de salir, divertirnos, relacionarnos, etc.
La siguiente etapa es la ovulación, la energía veraniega y de luna llena. Las hormonas protagonistas son el estradiol y la progesterona, que son poderosas gestoras de la salud y el metabolismo, porque de su equilibrio depende el estado de ánimo, la energía, la libido, la respuesta a la insulina, el funcionamiento de la tiroides y mucho más. Es el momento en el que solemos estar más receptivas, empáticas, seductoras, etc. Nuestro cuerpo se prepara para la posible fecundación.
Después de la ovulación, la progesterona toma el mando y se prepara, de nuevo, para la menstruación. Cuando llega esta fase nuestro cuerpo quiere sumergirse en la energía otoñal y de cuarto menguante. Bajamos el ritmo y estamos más intuitivas, somos capaces de ver, oler, soñar y sentir cosas que no percibimos el resto del mes. Es el mejor momento para preguntarnos qué necesitamos. No tenemos tantas ganas de salir ni relacionarnos como en las dos fases anteriores, estamos más sensibles y nos cuesta reprimir la expresión de nuestras emociones y necesidades. Gana terreno nuestra parte emocional e intuitiva. Tenemos menos energía hacia el exterior y nos cuesta más resolver las cuestiones cotidianas. Puede que nuestra libido baje mucho.
Los órganos involucrados en el ciclo menstrual
Para beneficiar nuestra salud ginecológica, nuestra salud menstrual, es importante cuidar los diferentes órganos del cuerpo. Sin lugar a dudas el órgano protagonista de nuestro ciclo femenino es el útero. Pero no es el único que influye o se ve involucrado en nuestro ciclar. El útero tiene relación fisiológica, anatómica y/o energética con el riñón, el corazón, el hígado, el estómago y los intestinos.
Plantas medicinales para acompañar el ciclo menstrual
Como siempre, las plantas medicinales pueden ser aliadas y herramientas para acompañar nuestro ciclo menstrual y para brindar la salud que necesitan los órganos involucrados en el mismo.
- SALVIA (Salvia officinalis) para el CORAZÓN y el ÚTERO:
La energía del corazón se conecta con el útero mediante un meridiano (canales energéticos de nuestro cuerpo) extraordinario.
Si el corazón está equilibrado favorece la expulsión de óvulos en el período de ovulación y la salida de sangre menstrual en el periodo menstrual.
Situaciones de estrés que nos afecten emocionalmente pueden también modificar nuestro ciclo menstrual y nuestra fertilidad.
- DIENTE DE LEÓN (Taraxacum officinale) para el HÍGADO:
Este órgano, para la medicina china, almacena y distribuye la sangre, al ser el útero un órgano que recibe mucha sangre, depende de la salud del hígado.
Si la sangre está estancada por mal funcionamiento hepático puede haber amenorrea, períodos dolorosos y con coágulos oscuros.
- ORTIGA (Urtica urens) para el BAZO:
Para la medicina china el bazo es quien crea la sangre por lo que debe estar equilibrado para que ésta se genere y llegue al útero. Nutrir el bazo nos ayuda a equilibrar pérdidas excesivas de sangre en la menstruación.
- MANZANILLA (Matricaria chamomilla, Matricaria recutita) para el ESTÓMAGO:
Útero y estómago están unidos por un meridiano por lo que si la energía del estómago es deficiente, durante el periodo menstrual puede haber vómitos, náuseas y dolores de estómago.
- LLANTÉN (Plantago major, Plantago menor) para el INTESTINO GRUESO:
La tristeza como emoción corresponde a este órgano, que puede aparecer durante la menstruación.
Anatómicamente, el intestino, cuando se encuentra inflamado, ejerce presión sobre el útero, por esto es ideal poder desinflamarlo.
- COLA DE CABALLO (Equisetum arvense) para el RIÑÓN:
La menstruación y la capacidad de concepción dependen tanto de la abundancia de sangre en el útero como de la energía vital enviada desde el riñón hacia el útero.
Cuando se padecen períodos muy dolorosos hay que prestar atención al riñón (junto con el hígado), y cuando hay infertilidad es necesario nutrir el riñón.
¿Acompañas tu ciclo con plantas medicinales? ¿Cuáles son tus aliadas?
Si te interesó este artículo, podrías también consultar esta nota que escribí sobre Feminidad Slow 🙂
Florencia Fasanella
Farmaceútica, Matrícula 17501
Muchas gracias por compartir esta información tan valiosa, me encantaría tomar el curso de herbolaria espero que sea pronto
Hola Perla! Que bueno!! Puedes conocer todos los cursos aquí: https://florecer-medicinanatural.com/cursos
¡En este momento están abiertas las inscripciones a todos los cursos online! Abrazo 🙂
Hola! Qué tal? Me interesaría tener una consulta, tengo fibromas uterinos que alteran mi ciclo, provocan sangrado abundante e inflamación, quisiera tratarlo de forma natural, les agradezco su recomendación, muchas gracias!!!
Hola Jimena! Te cuento que lo ideal es ver estas cosas en una sesión individual. Las consultas individuales se hacen en consultorio porque allí es donde se puede analizar realmente qué es lo que pasa y asesorar correctamente. No se puede brindar asesoramiento sin conocer en profundidad el caso de la persona y además cada persona es distinta! Abrazo 🙂