El Hibiscus sabdariffa, conocido popularmente como flor de Jamaica, rosella o karkadé, es una planta medicinal de uso milenario con propiedades reconocidas tanto en la tradición popular como en la investigación científica contemporánea. Sus cálices carnosos, de color rojo intenso, se utilizan en infusiones y preparaciones terapéuticas que han demostrado efectos antihipertensivos, antioxidantes, hepatoprotectores y metabólicos. Este artículo explora su historia, botánica, principios activos, mecanismos de acción, formas de consumo y precauciones, con base en estudios científicos actuales y conocimiento tradicional.

Historia y usos tradicionales del Hibiscus
Hibiscus sabdariffa ha sido utilizado durante siglos en diferentes culturas por sus cualidades medicinales y culinarias. Originario del sudeste asiático y África tropical, fue introducido en América durante el período colonial y se cultiva hoy en regiones cálidas de todo el mundo.
En África Occidental se consume como bebida refrescante (bissap); en América Latina como «agua de Jamaica»; en el Caribe se lo conoce como sorrel; en Irán como «té agrio»; y en Egipto, Italia o Rusia como karkadé. Se lo ha empleado como “refrigerante” para enfriar el cuerpo, calmar la sed, aliviar fiebre, hipertensión, enfermedades del hígado y del corazón, tos, cistitis, congestión, insomnio, infecciones urinarias y estados inflamatorios digestivos y ginecológicos.
Desde la medicina energética, se considera una planta de sabor ácido y ligeramente astringente, con naturaleza refrescante, tonificante y depurativa, útil para calmar tejidos inflamados en el tracto digestivo, urinario, uterino o hepático, y para promover el movimiento de la energía, la mucosidad y la circulación.
Descripción botánica del Hibiscus
Hibiscus sabdariffa pertenece a la familia Malvaceae. Es una planta herbácea anual o perenne, que puede alcanzar hasta 2,5 metros. Tiene tallos erectos y ramificados de color rojizo, y desarrolla una raíz pivotante profunda.
Las hojas son palmadas, con 3 a 7 lóbulos, dispuestas alternamente. Las flores son grandes, de hasta 10 cm de diámetro, con pétalos amarillos, blancos o rosados y un característico centro rojo-púrpura. Luego de la floración, el cáliz se desarrolla a partir de sépalos rojizos que se tornan carnosos, envolviendo al fruto ovoide (verde a marrón claro), que es la parte utilizada en fitoterapia.
Propiedades medicinales del Hibiscus
Principios activos y nutrientes
Los cálices de Hibiscus sabdariffa contienen una diversidad de compuestos bioactivos responsables de sus efectos terapéuticos:
- Antocianinas (delphinidina-3-sambubiosido, cianidina-3-sambubiosido): pigmentos con potente actividad antioxidante, vasodilatadora y protectora hepática.
- Ácidos orgánicos: hibíscico, málico, tartárico, oxálico y cítrico, que favorecen el metabolismo hepático y renal, y aportan el sabor ácido característico.
- Polifenoles y flavonoides: quercetina, ácido clorogénico, protocatecúico, cafeico, kaempferol, miricetina, entre otros, con acción antiinflamatoria, antidiabética, hipolipemiante y anticancerígena.
- Mucílagos (polisacáridos): con efecto emoliente y protector de mucosas.
- Nutrientes: destaca por su contenido de vitamina C, hierro, fósforo, calcio, magnesio, potasio y otros minerales esenciales.
Mecanismos de acción y beneficios
1. Actividad antihipertensiva
Diversos ensayos clínicos han demostrado que consumir infusiones de hibiscus (dosificación habitual: 2–3 tazas/día) reduce significativamente la presión arterial sistólica y diastólica en hipertensos leves y moderados. Actúa por:
- Inhibición de la enzima convertidora de angiotensina (ECA)
- Estimulación de la producción de óxido nítrico endotelial
- Efecto vasodilatador y diurético moderado
Algunos estudios incluso lo comparan favorablemente con fármacos como captopril.
2. Hipolipemiante y cardioprotector
Ayuda a reducir los niveles de colesterol total, LDL y triglicéridos, e incluso aumenta el HDL en ciertos ensayos. Este efecto se debe a su capacidad antioxidante y a la modulación del metabolismo lipídico hepático.
3. Hipoglucemiante y antidiabético
Sus extractos inhiben enzimas como la α-glucosidasa y α-amilasa, retardando la absorción de azúcares. Mejora la sensibilidad a la insulina y reduce la glucosa en sangre en modelos animales y ensayos humanos.
4. Antioxidante y hepatoprotector
Las antocianinas y ácidos fenólicos actúan como potentes antioxidantes celulares, reduciendo el estrés oxidativo implicado en el envejecimiento, la inflamación y el daño hepático. Estudios preclínicos también lo asocian con posible efecto anticancerígeno.
5. Acción diurética y uricosúrica
Favorece la eliminación renal de líquidos, sodio y ácido úrico. Puede ser útil para prevenir cálculos renales, gota e hipertensión sensible al sodio.
6. Antimicrobiano y antifúngico
Estudios in vitro demostraron que el extracto inhibe el crecimiento de Candida albicans, E. coli y Staphylococcus aureus, sugiriendo su utilidad en infecciones urinarias o digestivas recurrentes.
7. Salud ginecológica y reproductiva
Su efecto astringente y antiespasmódico lo hace útil en menstruaciones abundantes, dolorosas o irregulares. Además, en medicina herbal energética se le considera un tónico sensual y armonizador de la energía sacra.
Precauciones, contraindicaciones e interacciones del Hibiscus
En general, Hibiscus sabdariffa es una planta segura. Sin embargo, se deben considerar:
- Embarazo: evitar en altas dosis, ya que puede estimular el útero o inducir la menstruación.
- Medicamentos antihipertensivos o diuréticos: puede potenciar sus efectos.
- Altas dosis de extractos concentrados: algunos estudios advierten posible hepatotoxicidad a dosis elevadas y sostenidas.
Formas de consumo y dosis recomendadas del Hibiscus
Las formas tradicionales y modernas de uso incluyen:
- Infusión: 1 a 2 cucharaditas (≈2–4 g) de cálices secos por taza de agua hirviendo. Dejar reposar 10 minutos. Tomar hasta 3 veces al día.
- Tintura madre / extracto fluido: según concentración, entre 20 y 30 gotas 2–3 veces al día.
- Jarabes, mieles herbales, mermeladas o bebidas fermentadas: de uso popular en distintas regiones.
- Se puede combinar con especias como canela, clavo, jengibre, nuez moscada, limón o menta.
Duración sugerida: entre 4 y 8 semanas para efectos sostenidos, con evaluación profesional en personas con tratamientos médicos.
Florencia Fasanella
Farmacéutica especializada en medicina herbal e integrativa
Matrícula 17501
Referencias científicas
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- Riaz, G., Chopra, R. (2018). A review on phytochemistry and therapeutic uses of Hibiscus sabdariffa L. Biomedicine & Pharmacotherapy, 102, 575–586.